domingo, 27 de julio de 2008

Benvenuto Venezia e Milano.. grazie a dio (intenso fine settimana)

Un día nos despertamos con la clara intención de huir de la bien cercada Zamora. Teníamos todo un largo verano por delante, las visitas programadas suspendieron sus reservas, había 35ºC todos los días y los pocos conocidos que tenemos aquí habían comenzado a desaparecer producto del intransable mes de vacaciones español... con todas las misiones cumplidas ¿Qué mejor que organizar un paseo por algún atractivo lugar de Europa?

Y mirando las alternativas que nos propuso Ryanair, el destino no podía ser mejor...
Salir desde Zamora para llegar a Valladolid, de allí a Villanubla para volar a Bergamo, tomar bus a Milán y desde allí llegar a Venecia: 12 horas de viaje que valen la pena.


VENECIA: Lo mejorComo todos deben saber, Venecia son unas 120 islas ubicadas en la laguna pantanosa del mar Adriático, al noreste de Italia. Para llegar a ella desde el continente hay que atravesar el puente de la Libertad y quien venga en auto deberá dejarlo en el enorme y único estacionamiento de la ciudad... porque Venecia se visita a pie o en vaporetto. La principal isla de Venecia está a unos 80 cm. sobre el nivel del mar (por lo que en primavera y otoño son habituales las inundaciones de algunas de sus plazas). Mide 5X2 Km., tiene 400 puentes, 200 iglesias y unos 50 mil habitantes, pero cada año la visitan unos 14 millones de personas. A pesar de su hermosura unos 1.500 Venecianos dejan la ciudad año tras año. Tiene 3.000 callejones, muchos de ellos techados, que son llamados "Soto-portegos"... Y NO HUELE A CACA.
Venecia nació por el año 500, sus casas y edificios parece que estuvieran a punto de caerse, como un barco que se hunde. De hecho, nuestro Valparaiso le da mil patadas en lo que a solidez de estructuras se refiere. Lo otro que impresiona es la convivencia con el agua: barcos-taxi, paraderos de vaporetto, puentes por todas partes y miles de botes, góndolas y cualquier cosa que sirva para flotar... algunos dicen que para amar Venecia hay que conocer la agonía, la supervencia y la muerte. En ocasiones puede parecer que uno transita por una ciudad "maqueta". Como una escenografía destinada a los millones de turistas que la visitan. Paseando por los callejones sólo se ven extranjeros armados con sus cámaras y tiendas de souvenirs por todas partes. A diferencia de la Venecia del norte, cuesta hacerse la idea de que acá hay algo más que turismo. Por ejemplo, sólo hay 13 gásfiter.

Sin embargo, quien olvide salir con mapa y decida perderse por los laberintos de esta ciudad podrá encontrar algún sector de venecianos de verdad (por ejemplo hacia el Canale delle Fondamenta Nuove), desde donde no resulta nada fácil salir. Uno de los puentes más importantes es el de Rialto, el cual cruza el Gran Canal, con un diseño arquitectónico tan audaz que se predijo su hundimiento al poco tiempo de ser levantado. Pero nada, ahí está, inmóvil apareciendo en cuanta foto de turista exista... Todo lo que se ha construido en Venecia sufre las amenazas de que se hundirá...Y como es un ícono en Venecia, qué mejor lugar para sacarnos una foto que retratara el encuentro con compatriotas Sanjuaninos, amigos de Vieka y la prima Dani... Ojo que a los pocos días los volvimos a encontrar en el metro de Madrid, lo cual no deja de dar miedo porque ¿Es posible encontrarse con alguien 2 veces en menos de 5 días y en distintos países?Otro misterio sin resolver es la suerte que tenemos para visitar lugares justo cuando están celebrando algún tipo de fiesta. Así nos pasó en Bilbao, en Vega de Liébana y cómo no, en Venecia. Aquí nos topamos con la Fiesta del Redentore, una de las celebraciones preferidas de los venecianos, donde se conmemora el fin de la peste negra de 1577 que mató a más de un tercio de la población de la isla.

Para el festejo, se hace un puente de barcas en el canal de la “Giudecca”, para que los fieles puedan ir hasta la Iglesia donde se celebra casi toda la fiesta... pero también le lleva su espectáculo pirotécnico, donde pudimos deleitarnos con 45 minutos de luces y explosiones: ¡¡¡Bello!!!San Marco
Uno de los lugares centrales de Venecia es la Plaza San Marco y sus alrededores. Esta plaza es el centro turístico de Venecia, lo cual ya es mucho decir. Aquí se reunen millones de extranjeros para comenzar la visita por la ciudad, tomarse unas buenas cañas, sacar fotos desde todas las perspectivas y disfrutar de lo que Napoléon llamó "el Salón más elegante de Europa". Obviamente todo inundado por los sones de Vivaldi.
Aquí también se encuentra la Basílica de San Marco, que parece más bien una iglesia otomana. Según la Guiarama "...sencillamente, es el más importante edificio medieval del planeta...". La Basílica es el principal templo católico de la ciudad y se comenzó a construir en el año 828 para guardar el cuerpo de San Marco. Luego de que en el 975 un motín con incendio incluido la destruyera, se volvió a construir en 1060 sufriendo algunas modificaciones posteriores, donde se han ido fusionando estilos orientales y occidentales. Tuvimos la suerte de llegar justo cuando comenzaba una visita guiada en español y gratis... ¿Qué mejor?. Gracias a nuestro guía aprendimos que los mosaicos dorados de las bóvedas, donde se representan diferentes momentos de la vida de Jesús, ocupan casi media hectárea. También nos dijo que las paredes son de mármol porque este material no refleja la luz. Así, los fieles pueden tener claro que la iluminación sólo viene desde el cielo (los techos dorados). En la Basílica se puede subir para ver los masaicos desde más cerca y aprovechar de tener una vista algo más panorámica de la Plaza San Marco, ideal para filmar una escena glomorosa.También desde aquí pudimos retratarnos con la Planicie de San Marco de fondo. Ojo con la hermosa "pashmina" de Claudia, que tuvo que arrendar ese trapo para taparse los hombros y entrar dignamente a la casa de Dios. Para terminar la visita a la Basílica, no podemos dejar de mencionar la famosa Pala d' Oro, un altar bizantino de oro, descrito por nuestro guía como "...el mantel elegante..." que se pone en la iglesia cuando vienen las visitas. El famoso mantel tiene incrustadas 2.600 perlas, rubís, esmeraldas y otras piedras preciosas y se fue elaborando por unos cuantos siglos. Todo ello explica por qué nos pareció algo recargado

Siguiendo el recorrido por la Plaza, aprovechamos de subir al Campanile de San Marco, donde se alcanzan los 99 mts., que es la edificación más alta de Venecia. Desde ahí tuvimos vistas de las diferentes islas, los canales, y obviamente, la Plaza.
Al lado de la Basílica y del Campanile está el Palazzo Ducale, símbolo de la gloria y el poder de Venecia, que con su fachada rosada y blanca parece sacada de un cuento. El palacio fue residencia de los dogos, sede del gobierno y de la corte de justicia y prisión de la República de Venencia. Uno de sus mayores atractivos es que nadie entiende cómo las columnas soportan el peso de la mole de edificio que tienen arriba. Dentro de este palacio se pueden ver varios salones, muchas pinturas de artistas tan famosos como Tintoretto, colecciones de armas de todos los tiempos, e incluso los calabozos y salas de interrogación y tortura usadas por los inquisidores. Ojo que en este lugar estuvo encerrado un tal Cassanova, "el seductor veneciano", que se caracterizaba por su templada sangre que lo llevó a conquistar más de 132 vírgenes territorios.
Lido


Luego de tanto enriquecimiento cultural, decidimos montarnos en el curioso "TransVenecia", es decir, el Vaporetto, para conocer el lugar donde se rodó una de las joyas del cine. Tal vez este destino no es tan conocido, pero quien haya visto "Muerte en Venecia" de Luccino Visconti debe recordar los paseos de Gustav von Aschenbach delirando con las virginal belleza de un mozuelo italiano. No podíamos perder la oportunidad de mirar el mar y apuntar a Grecia como lo retrató el maestro Visconti. Esta isla se parece a Chile: larga y delgada. Aquí sí andan autos y los espacios son más abiertos, sensación que vale la pena comparar después de algunas horas recorriendo callejones, soportegos y pasajes en Venecia.

Góndolas ¿Qué se puede decir?. La góndola es lo más característico de la ciudad. Hay miles, están por todos lados y se meten en canales enanos para llevar a los turistas hasta los rincones más escondidos de Venecia. Sin embargo, las góndolas son un deseo impagable, tan sofisticado que llega a 150.000 lucas por una hora en el conocido botecito. Por lo mismo conviene hacer un grupo de unas 6 personas para sopesar tamaño souvenir. Lo intentamos pero non parlano molto bene l'italiano. Aunque nunca es malo preguntar algún dato freak, como si el palo de la góndola hace de remo:"...No, questo è ciò che tutti noi crediamo, ma non...il bastone non è un bastone, ma una canottaggio...", o que todas son negras por Ley...Mejor nos sacamos buenas fotos desde la orilla, una parleada y con eso quedamos igual de felices y con algo de plata para ir a tomarnos un buen helado y la mejor de las pizzas. MILÁN
Para nosotros, Milán era lugar de mero tránsito, pero las 12 horas que pasamos ahí las quisimos aprovechar al máximo. Por eso, buscamos al Mago Jiménez, hicimos una que otra compra para alhajar nuestros derruidos guardarropas y visitamos algunas de las atracciones de la capital financiera de Italia.

La última cena
Una de los imperdibles en Milán debe ser la Iglesia de Santa Maria delle Grazie, un convento dominico que se comenzó a construir en 1463 y donde un tal Leonardo, de apellido Da Vinci, en un periodo de 4 años de ocio pintó un cuadrito que ha sido conocido como la Última Cena. La mayor gracia de este lugar es que el 15 de Agosto de 1943 el muro de la Última cena fue uno de los que se salvó del bombardeo de los aliados en la Segunda Guerra Mundial
La iglesia y el barrio tienen su encanto, lo peor de todo es que para entrar al Cenacolo Vinciano, donde está el cuadro, se debe hacer una reserva con al menos con 2 semanas de anticipación. Sólo así se podrá ver en vivo y en directo uno de los más memorables trabajitos de Leonardo Da Vinci y Tom Hanks. Otro asunto muy doloroso es saber que el rebelde de Leonardo en esa época (fines del s.XV) andaba pelando el cable con otras técnicas y se le ocurrió enfrentarse al fresco; por lo que decidió pintar el cuadro con algo de tempera y óleo. Por ello la famosa obra se viene abajo, casi inevitablemente y, por el momento, es poco factible su restauración.
El Duomo

La Catedral o "Duomo" en italiano, se comenzó a construir en 1387, terminándose 5 siglos después, cuando Napoleón Bonaparte, a punto de ser coronado Rey de Italia, ordenó que terminaran la fachada y que cobraran todos los gastos al tesoro francés (que nunca los pagó). Tanta demora en la construcción no es para menos, ya que dentro caben 40.000 feligreses y los ventanales del coro son los más grandes del mundo. Al lado de la Categral están las Galerías de Vittorio Emmanuele, unos sotoportegos gigantes cubiertos con enormes cúpulas de vidrio en forma de cruz... una de las primeras construcciones con cielo de fierro.El suelo de esta galería es de mármol y en él se encuentran los signos del zodíaco. Dice la tradición que hay que buscar a Tauro, poner el talón en sus genitales y dar tres vueltas mientras se pide un deseo... Obviamente lo hicimos:
Y no fuimos los únicos porque el pobre Tauro tiene las hueas pá la cagá... es que este mundo tá muy necesitado de cumplir deseos...
La Scala de Milán

Otro de los encantos de Milán puede ser la famosa Scala: la ópera de Milán. Si bien por fuera no deja de ser un edifico, incluso algo fascista, por dentro es de los más famosos teatros del mundo.

Castello Sforzesco
Caminando alrededor del Duomo, a lo lejos se divisa algo que llama la atención. Es el Castello Sforzeco, una construcción que desde el 1360 ha sido testigo de la historia de Milano.Lamentablemente ya era muy tarde para entrar a los museos del castillo, donde por ejemplo, podríamos haber visto la última obra de Miguel Angel, una escultura inacabada de la Virgen acunando al cuerpo de Cristo. Pero una vuelta por fuera no está nada de mal, tomando en cuenta que este lugar tiene todo lo que uno puede imaginarse al pensar en un castillo de lujo: le lleva torre, puente levadizo, rodeado por una zanja...
Una pregunta...
Simplemente, si alguien sabe para que chucha sirve este interrumptor que postee, porque llevamos un buen tiempo tirando del cordel sin que aparezca premio ni otra cosa. Para quien sepa algo, orientamos que suelen ubicarse en los baños, cerca de la ducha, pero más que eso ni idea tenemos.

1 comentario:

Anónimo dijo...

son antinguos, y no tanto, timbres para llamar al servicio. Se utilizaban los cordeles para que, al salir de darse un baño, vinieran los criados a traer la ropa limpia, o a vestir a las damas.
Un simple capricho burgues, tan sólo eso.

saludos