sábado, 22 de marzo de 2008

Visitas ilustres...

Recién llegados de Roma y aún con algo de pena por la despedida de Máii, recibimos la ilustre visita de Doña Andrea Durán:
Mujer soltera, con quién sabe que compromisos, vecina de la Pincoya, amiga del Trauco y pasajera del Caleuche...

Andrea llevaba un par de semanas viviendo en Madrid, donde estudia algo relacionado con la restauración arquitectónica, así que la visita a Salamanca tenía buenas razones por todos lados: vernos a nosotros y conocer esta ciudad llena de historia y maravillas de la edificación.Y como no queríamos pasar por incultos, lo primero que hicimos fue llevarla a dar una vuelta a los atractivos del casco histórico... La fachada de la Universidad, la Catedral, la Plaza Mayor... con eso la matábamos seguro!
Justo por esos días apareció Anton, un alemán nieto de una amiga de la abuelita de la Claudia (no es tan difícil entender cómo llegó a nosotros), que también se venía a vivir a Salamanca y que sumamos al tour por la ciudad.
La foto clásica del Puente Romano, la Catedral y el Tormes a nuestras espaldas... Y con eso, Salamanca ya estaba lista. Lo que quedaba era conocer la noche salmantina, que es lo más atractivo de la ciudad... Para empezar, llevamos a nuestros invitados de tapas y pichos, y luego lo que corresponde: una buena wiskola!Nuestros invitados se entusiasmaron tanto con el estilo de vida charros que quisieron ir a conocer San Justo, zona del carrete brígido, donde nos encontramos con el resto de la pandilla... todo listo pá danzar un Jip-JOP... emanoooo!!Ya con el grupo formado, nos fuimos de copas: un chupito por ahí, un litro de algo por allá... La noche era larga y era necesario reponer energías... De pronto, un flechazo: Nuestra invitada rompiendo corazones como de costumbre. Gracias a la intervención de Felipe, que intentó sacarle una foto al "mino" cuando estaba haciendo un cara pálida, el galán se fijó en nuestra amiga y comenzó el romance... Y a pesar de que Andrea buscaba "peros" a la relación, su ardiente "Asterix" (de eso estaba disfrazado el "mino") intentaba dejar todos los cabos atados: Supervisó que el número de teléfono fuera verdadero, se sacó fotos agarrando a besos a nuestra amiga, corroboró que Andrea viviera en Madrid igual que él, etc.... Pero en fin, Andrea ni ahí con él... ¡Olvídala!!.... Justo a esas alturas de la noche, nosotros recordamos que hace 8 años exactamente, Felipe se acercó con su guitarra a un grupo de "chiquillas" de Río Mágico en Cochiguáz. Una de esas "pelolais" le exigió una serenata para aceptar su invitación a conocer el camping!... Siiiiii. Ese fue el comienzo de toda esta historia y luego de tantos años había que celebrar ese momento en que el universo se puso de acuerdo para regalarnos lo que tenemos hoy. Qué mejor que festejar con la clásica foto en círculo, foto en la hemos que retratado a todos los amigos que han estado con nosotros, quienes nos han acompañado y quienes han compartido esta historia de amor. Y de ahí, nada mejor que el Potemkin, local casi after hour de Salamanca, que empieza a llenarse tipo 4 de la mañana y donde habitualmente terminamos los carretes. Entrar no fue tan difícil, pero cuando llegamos al fondo nos dimos cuenta que el oxígeno no llegaba hasta allí y que la salida sería toda una aventura!
Mejor nos tomamos una foto mientras aún estamos felices, porque el trauma de la salida lo encargamos!!!!

Esa es Salamanca poh!. No nos destacamos por ser los mejores guías turísticos (de hecho, sólo salimos de la casa en horario de tarde-noche), no conocemos datos importantes ni trascendentales... nos conformamos con las anécdotas y el chamulleo.... Pero lo pasamos de lujo, disfrutamos muchisimo y aprovechamos de celebrar cada vez que se aparece alguien a quien queremos mucho!!!!
¡¡¡Gracias por la visita!!!

Ciao Máii...

"...que lindo todo..." Estar lejos, para de pronto, volver a estar frente a ti:

Descubrir a "Máii Malone" y a "Lorito con su monito" es conocerte más

Y nos encantó...

¿A dónde te lleva tu último pasaje?

Te juramos no escupir ni contextualizar.

viernes, 21 de marzo de 2008

Paseando por Roma

Después de reponer energías y desconectarnos un poco del mundo árabe en el que habíamos estado metidos, decidimos irnos a Roma. Eso sí, esta vez le mostraríamos a Máii la clase de viajes que hacen quienes no tienen un futuro como conservador de bienes raíces. Así, agarramos nuestra maletita, dormimos en la T1 y a las 5 de la mañana estábamos listos para la nueva aventura. Nuestro Hostal cerca de Términi (zona clásica de hospedajes baratos) era realmente bueno. Desayuno, pieza con baño privado, calefacción, TV cable... El único "pero" fue el ascensor, que no tenía mucha capacidad. Menos mal que eso lo supimos cuando sus puertas se habían cerrado con nosotros tres adentro, nuestras tres maletas y la recepcionista del Hostal que se reía nerviosa esperando que al artefacto le diera para llevarnos al 4° piso.
El primer encuentro con la capital Itálica consistió en un recorrido eterno por sus calles, plazas, monumentos, fuentes, etc. Mapa en mano emprendimos el paseo, zigzagueando por las calles sin rumbo establecido. Y es que avanzábamos un paso y descubríamos un monumento interesante para ver, un lugar clásico que no nos podíamos perder, una plaza bonita, una aglomeración de turistas.... y así, sin cachar muy bien cómo, fuimos descubriendo Roma y sus atractivos.

Por ejemplo, la Piazza della Minerva, con uno de los tantos obeliscos egipcios del mundo, esta vez sembrado al frente de la Iglesia de la Santa María Sopra Minerva.

El elefante fue elegido como símbolo del obelisco para representar la piedad y la inteligencia... (debe ser por lo de la memoria del elefante). La Iglesia de Santa María sopra Minerva es la única iglesia gótica de Roma... al entrar el cielo impacta...

La presencia de detalles religiosos en cada esquina, hace recordar que la casa central de la iglesia Católica está cerca: sus símbolos se cuelan por donde uno pase. Así, en las tiendas de souvenirs y postales típicas de la ciudad, también venden calendarios donde posan los curas más atractivos del año... Aunque al parecer el significado de "atractivo" fue definido por el propio Benedicto XVI (véase Enero o Agosto), hay otros que bien podrían dar un sermón desde un afiche de Calvin Klein. También se puede ver la mezcla se lo religioso con el gusto por la moda típico de Italia... En la tierra del glamour y el diseño, ¿cómo no iban a haber diseñadores especializados en curas?Claramente no quisimos perder tiempo vitrineando estos modelitos, porque ni el color ni el corte nos sientan bien. Por eso, mejor ir directo a donde la moda sí que la lleva... Eso si, sólo a mirar, porque para comprar algo tendríamos que haber vendido a uno del equipo, y tal vez ni con eso nos alcanzaba (Interesad@s dirigirse a la Via dei Condotti subiendo hacia la Piazza di Spagna)
Pero bueno, Roma no es famosa sólo por los curas y la moda. También es una ciudad que atrae por su ambiente, la onda desordenada y hasta caótica, con miles autos intentando avanzar por callejones de medio metro, con edificios y casas viejas en los que sólo queda un leve pero indemne tinte de su pasado esplendoroso. Cada pasaje esconde un rincón digno de ser fotografiado...

¡¡QUÉ LINDO TODO!!!.
(Máii cada 3 minutos)

Algunos estaban tan entusiasmados que hasta se dieron algunos afectuosos abrazos que quedaran registrados para la posteridad.
En nuestro deambular vamos tropezando con cosas que llaman nuestra atención, como La Columna de Marco Aurelio, construida entre el 176 y el 192, con 30 mts. de alto y 3,7 de diámetro, y en la cual están esculpidas en espiral las victorias del propio Marco Aurelio. Una de las gracias de la Columna es que tiene unas 2.500 figuras, incluso con perspectiva: las de más arriba son más grandes.
O este pie de mármol, descrito en una guía turística como tan "impresionante" que hasta la calle en donde está le debe el nombre.... La verdad es que al encontrarlo uno se desilusiona un poco: llegamos con unos gringos que opinaron lo mismo. El dato freak es que la Roma antigua tenía más estatuas que habitantes (más de 1.000.000!!!), algunas de ellas de tamaños inimaginables y decoradas en oro, plata y piedras preciosas... Como a Claudia le encantan los pies, tuvo que retratarse con él.
Pero en fin, estábamos en Roma y si un pie gigante de mármol no era lo que esperábamos, daba lo mismo, a media cuadra encontraríamos algo realmente impresionante. Como la Iglesia de San Ignacio de Loyola, que por fuera no llama mucho la atención y podríamos haberla pasado como si nada.... pero Noooo!. Uno de sus atractivos principales es el techo, donde se describe la expansión del catolicismo por el mundo. Lo realmente llamativo es cómo el artista logró que el cielo de la iglesia se viera como si tuviera varias alturas, con columnas, arcos y ventanas, que se van empinando unos sobre otros... Incluso el lente de la cámara es engañado por la habilidad del artista, como se ve en la foto de arriba. Pero en realidad el techo es liso y cuando uno sale del lugar estratégico para mirarlo, el dibujo permite que descubramos el truco.
Y el segundo efecto visual es la cúpula de Sant'Ignacio di Loyola: Aquí, a pesar que uno ve claramente cómo el sol entra por las ventanas y crea rayos luminosos que se extienden por el techo, todo es falso. La iglesia no tiene cúpula e incluso cuando uno se acerca, se puede ver cómo la escotilla del "centro" está "levemente" corrida hacia la izquierda.
Cerca de esta iglesia está el Panteón o "templo de todos los Dioses", construido en el año 25 AC y remodelado por Adriano en el 125 DC.
La verdad es que no parece que fuera tan antiguo. Ojo que el estilo panteónico lo han copiado en París (Napoleón) y obviamente los gringos para hacer su White House.
Atravesando esta fachada nos encontramos con una construcción redonda y gigante, con una cúpula de 44 mts. de diámetro, que la hace más grande que la del mismísimo Vaticano. Sólo porque es más baja que la cúpula del Vaticano no impresiona tanto, aunque el techo con sus cuadraditos hace meditar si realmente en el siglo I hacían estas cosas. En el centro de la cúpula, hay un hoyo de casi 9 metros de diámetro abierto hacia el cielo.

La Fontana di Trevi...
Atractivo imperdible, imprescindible... ícono di Roma, postal habitual... foto típica... En fin, si uno pasea por Roma hay que darse una vuelta por la Fontana.Los Romanos construían al final de los acueductos una producida fuente: la Fontana es la más grande. El Papa Urbano VII encontraba a la antigua Fontana muy humilde y le pidió a Bernini que hiciera algo más monumental. Finalmente fue un tal Salvo quien erigió tamaña pileta en Trevi.La iconografía de la Fontana simboliza a Neptuno domando el mar junto a dos caballos marinos. Cada uno de los corceles simboliza el lado bueno y malo del mar, uno dócil y sumiso, otro bravo e indomable. Al centro Neptuno bajo el Arco del Triunfo con dos estatuas a sus costados: la abundancia y la salud.
La tradición dice:
  • Si tiras UNA moneda: Volverás a Roma...
  • Si tiras DOS monedas: Te enamorarás de un@ Roman@...
  • Si tiras TRES: Obviamente te casarás con un@ Roman@...

Para algunos con una bastaba, aunque vimos a una chilena que tiró monedas como loca.

Ojo que si lanzas euros se lo queda el ayuntamiento di Roma, pero si lo que tiras son monedas extranjeras, son entregadas a la Cruz Roja u otras fundaciones solidarias... un par de gambas la Cruz Roja italiana pués...

Esta tradición de las monedas parece venir del cine, con la película "Tres monedas en la Fuente", la cual se reforzó en "La Dolce Vitta" de Fellini, con Marcelo Mastroianni. La cosa es que por culpa de la Fontana y la peli, ahora se llenan de monedas millones de fuentes en el mundo.La gracia es pasear por la fontana de día y de noche, con luz natural y artificial... siempre está llena de gente, chinos vendiendo webaditas por 1 euro, subsaharianos con CD piratas, sudacas webeando, alemanes tomando chela e italianos tirando redes agarrarse al turista del día... En fin, una fuente de historias.El Bello y Moderno Metro di Roma...

Moderno no es: tiene sólo 2 líneas subterráneas y otras 3 líneas más pequeñas (entre tranvía y suburbano). Todo un desarrollo de la Italia fascista de Mussolini. Lamentablemente esta ciudad es algo antigua, tiene uno que otro terreno arqueológico y, bueno, está llena de italianos (algo más extremos que los querido argentinos)... todo ello ha hecho que el metro Romano no sea una red como la de Londres, París o Madrid... Pero de que sirve: sirve. Cualquier semejanza con el transantiago tiene cierta validez.
Paseando por Roma...
Una de las gracias indescriptibles de Roma es... estar en Roma. La zona cerca de la Piazza Navona alberga tiendas, bares y restoranes únicos. Paseando por una calle estrecha y adoquinada, entre edificios gruesos y antiguos, uno traspasa vitrinas con un gusto preciso y ajustado al contexto... No es estar en Alonso de Córdoba (puáj!), ni Providencia (grrrr!)... es algo.... Es una mezcla entre Santa Lucía, el Pueblito de los Domínicos y los más refinado de Bellavista, todo en un contexto europeo.
La Pizza y la Pasta Romana...
Qué mejor que ir a el Barrio del Trastevere, al piola restorán de Ivo Trastevere, a saborear una Pasta y una Pizza hecha en Roma. La pasta "al dente", es a nuestro gusto Chileno: cruda (pero crudamente rica). Y la Pizza Romana es de masa delgada y quemada en sus bordes... Un lujo al paladar para reconocer que la comida Italiana fuera de Italia es otra cosa.

El Vaticano: Plaza de San Pedro, Basílica, museos vaticanos y la Capilla Sixtina (¡Uff!..)

El Vaticano y la Piaza di San Pietro...

Tomando el Metro uno llega a unos pasos de la Città del Vaticano, unas tres cuadras de país que, por su poder, debería estar entre las 4 potencias mundiales (la página web igual la lleva, sobretodo para ver los museos vaticanos).

Lo primero que se hace, habitualmente, es ir a la Piazza di San Pietro para comenzar a hacer la cola hacia la Basílica. En este lugar uno ya comienza a sentir el llamado divino y sin mediar razón dan unas ganas de cantar canciones de alabanzas tipo: "alabaré", "pescador de hombres" o "Señor ¿Quién entrará?"...La Piazza es una elipse rodeada por dos pasillos (o brazos de acogida) que llevan unas 284 columnas en tres hileras. Sobre los techos de estos pasillos hay unos 150 Santos, dentro de los cuales no pudimos identificar a Sor Teresa de los Andes, San Alberto Hurtado ni a San Mamo ni San Augusto. Al centro se encuentra un obelisco Egipcio de unos 25 mts. y un par de fuentes, que en la noche molan mogollón.

Siguiendo con el tour, al poco andar los fieles suelen escuchar el llamado de dios. Si se tiene suerte y el clima lo permite, es posible ver a la Guardia Suiza con su típico uniforme diseñado por un tal Miguel Ángel, inspirándose alegría de defender al sumo pontífice. Estos mercenarios cuidan del Papa desde el siglo XVI y son soldados que manejan armas modernas y antiguas, tienen que ser solteros de entre 19 y 30 años, deben medir al menos 174 cm y haber cumplido la instrucción militar en el ejército suizo.

En esta Piazza es donde el Papa hace las celebraciones multitudinarias y donde cada semana se dirige a quienes le visitan, siempre y cuando esté por estos lado.
El sólo estar en este lugar sagrado en donde se respira el espíritu cristiano hace que la conversión no sea un milagro... el verbo penetra y la divina palabra cambia tu corazón.

Tanto así que uno puede pasar todo el día y la noche contemplando esta divina creación diseñada por el hombre.Pero no debíamos quedarnos paralizados ante la mirada de dios, debíamos ingresar a su morada, su casa matriz o gerencia general. La Basílica de Pedro...

Se supone que aquí fue donde Pedro, participando del circo de Nerón, sufrió su martirio, quizás merecido por haber negado a su amigo Jesús tres veces antes que cantara un gallo. Aquí fue crucificado, con la cabeza al suelo, ya que habría pedido no morir como lo había hecho su maestro (igual que Juan el Bautista). Pedro fue uno de los primeros líderes de la iglesia cristiana, aunque también Pablo y Santiago hicieron lo suyo, divulgando la buena nueva por el mundo.

El Pedro, que ahora es Santo, tiene una estatua cerca del crucero de la Basílica. Tan visitada es, que tiene su pie gastado de tanto manoseo (al igual que el yagán de Punta Arenas). Quien le toca la pata asegura vuelta... en vida, muerto, juzgado o resucitado...

Fue el emperador Constantino en el año 324 quien sitúo el lugar de construcción de la Basílica en honor a Peter. Pero el edificio actual se comenzó a construir en el año 1506, con un diseño arquitectónico de talentos como Bramante, Rafael y Miguel Ángel. Este Miguel fue el culpable de su cúpula.

Por fuera la Basílica no llama tanto la atención como cuando uno entra y palpa sus pontificias dimensi0nes. La cuestión es gigante y por lo mismo, todo lo que hay dentro tiene tamaños impresionantes: los cuadros, las estatuas, las lámparas, todo es enorme... y uno se siente como una hormiga visitando la capilla de Gulliver.

Dentro de la Basílica, una de las principales atracciones es la Piedad o Pietà, obra de Miguel Ángel del año 1499, cuando él sólo tenía 24 años... pa quedarse mirándola un buen rato...

Nuevamente, esta vez la luz, nos iluminaba en nuestro camino a la conversión.

Para qué profundizar en su altar y sus techos. Lo bueno es que a pesar del frío, hacía un día despejado que nos pemitió aprovechar la luz que, desesperada, buscaba la santidad intentando entrar a este lugar sagrado.De pronto, milagro o no, un rayo de luz divino hizo su llamada y elección... por algo se llama Mariana: María (la elegida, la amada de dios) + Ana (de la que dios se ha compadecido), eso en hebreo, porque en latín es amarga la cosa. Con esto nos quedamos tranquilos: sus blasfemos pecados habían sido perdonados, así como su gamberro pasado de maleante asaltante de trenes y prófuga en quads. Tanta era la alegría de haber sido tocada por la luz divina y nosotros estábamos tan felices con el perdón de dios, que emprendimos la subida a la cúpula: unos 523 escalones, de los cuales, los que paguen, pueden ahorrase unos 200 en ascensor (obvio que la conservadora de bienes raíces pagó... la devoción no llegaba a tanto).

Rodeando el anillo de base de la cúpula se encuentran unos mosaicos y unas letras que desde abajo se ven pequeñitas, pero en realidad, las letras tienen unos 2 metros de altura y los mosaicos casi 3. Y hacia arriba el techo, a 132 mts. del suelo. Luego de la subida de escalones, llegamos a lo más alto, desde donde hay una vista impresionante de Roma entera y de la Piaza de San Pietro. El esfuerzo vale la pena y obviamente hay que dar codazos para sacar la típica foto.Y ahí estábamos nosotros, iluminados por la luz divina, jadeando por el llamado de dios, sintiendo cómo el calor del señor nos envolvía, con el corazón en la boca de tanta emoción... ¿o habrá sido que estábamos raja de tanto peldaño?. En fin, habíamos logrado la meta, nunca más en la vida estaríamos más cerca de dios... así que teníamos que registrar el momento.

Los Museos Vaticanos...
Después de esta experiencia religiosa como diría Enrique Iglesias, nos recuperamos con unas pizzas y unos calzone, ya estábamos listos para la útima etapa de la peregrinación del día: Los Museos Vaticanos.
Aquí se encuentra el Museo Pío-Clementino, el apartamento de Pío V, la Galería de los Candelabros, el Museo Etnológico Misionero, la Galería de Mapas Cartográficos, el Pabellón de las Carrozas, la Galería de Tapices, el Museo Pío Cristiano, la Pinacoteca, la Sala Sobieski y de la Inmaculada, el Museo Egipcio, el Museo Etrusco, el Museo Chiaramonti, el Museo Gregoriano Profano, el apartamento Borgia, las estancias de Rafael, y la Capilla Sixtina, entre otros. Como era de esperar, tanta religiosidad nos alegró el alma y nos regocijamos pensando en que pasaríamos tooodo el resto del día encerrados entre santos, obispos, curas y papas. No sabíamos por dónde empezar: Mariana insistía en que el Museo Etnológico Misionero debía ser el primero, Felipe peleaba por que corriéramos hacia el Museo de Pío Cristiano y Claudia rogaba para que nos acercáramos a la sala de la Inmaculada.
No quisimos traer la guerra a este lugar santo, así que como muestra de un sacrificio incalculable decidimos olvidar nuestros anhelos y dar una visita corta a este lugar, como penitencia por los pecados cometidos en el pasado: la cosa era ir a la Capilla Sixtina. Así, mientras recorríamos los pasillos sin permitirnos mirar nada con detención (como símbolo de penitencia claramente) alcanzamos a sacar algunas fotos... Lo más impresionante fueron los techos y muros, todos con frescos que parecen en 3D. También los tapices nos hicieron flipar.

La Capilla Sixtina...
Construida entre 1871 y 1884, durante el mandato de Sixto IV (por eso el nombre). Cuenta la historia que por esa época, algunos artistas sugirieron al papa que encomendara los frescos del techo y los muros a Miguel Ángel, esperando que el artista fracasara porque esa no era su especialidad. La idea era dejarlo con una fama como la Bam-Bam después del transantiago.
Lo que no sabían sus enemigos, era que el famoso Miguel Ángel era más meticuloso que nadie así que se pasó 4 años (de 1508 a 1512) con el cuello torcido y en cuclillas tratando de representar escenas de la Creación y el Juicio final.
Y la verdad es que la cuestión le quedó bastante bien. Sólo surgió el problema de los desnudos en el Juicio Final, que escandalizaron a la iglesia así que mandaron a un pintor de poca monta a retocar las figuras con taparrabos. Gracias a dios, entre 1980 y 1994, los japoneses se pusieron con lucas para restaurar la capilla completa, donde aprovecharon de sacarle los taparrabos a las figuras que se pudiese... lamentablemente, algunas aún son víctimas de la represión católica.
Ojo que algunos pequeños recuadros de la monumental obra no pudieron restaurarse por lo que están tan negros como antes. Eso nos hizo pensar que antes de la restauración era muy difícil admirar las obras en las que se inspiran los Cardenales cuando eligen al Papa.