lunes, 16 de julio de 2007

Paseando en el Ruby

Desde Atenas fuimos al puerto del Pireo a abordar nuestro crucero "Ruby" que nos llevaría por las islas griegas durante los próximos tres días. Cualquier semejanza con el Crucero del Amor no es mera coincidencia, sobretodo porque inmediatamente se nos acercó un galán charrúa, algo mayorcito, dispuesto a engatusar a una de nuestras chicas. Desde ahora le llamaremos Rodolfo (el Reno). Inmediatamente, luego de abordar hubo un ejercicio de emergencia en donde había que dirigirse rápidamente a la zona de seguridad correspondiente y, si estaba uno en su cabina debía llevar el chaleco salvavidas. Obviamente las chicas del grupo cumplieron su deber; el hombre, no se encontraba en su cabina...

El Cocas's Group, antes de emprender el viaje instruyó a algunos de sus miembros en normas básicas de seguridad. Obviamente la líder fue la encargada de dar las indicaciones y predicó con el ejemplo: Usó buen calzado durante todo el viaje: las mismas alpargatas o esparteñas que la han hecho caerse, quebrarse la mano y joder las articulaciones... Esta vez, eso si, sobreviviría con menos percances que en su anterior periplo.Un pequeño paréntesis para mostrar lo ininteligible del Griego y su alfabeto, asunto que algo dificultó el trabajo a nuestro políglota.

Μύκονος (Mykonos):
Nuestro primer destino era Mykonos, una isla conocida por sus habitantes gay (cerca, hay otra que se llama Lesbos, adivinen que tipo de mujeres viven allí). Curiosamente, a pesar de las inclinaciones sexuales de sus habitantes, la ciudad principal de Mykonos se llama Chora.

Otro dato curioso es que es obligación pintar las casas 3 veces al año, de ahí que sus fachadas inmaculadamente blancas hacen que la vista de la isla parezca una pintura. Y qué mejor que ponerle unos molinitos para darle onda.

Esta es una típica Iglesia Griega, en donde el 98% de la población es Cristiana Ortodoxa (les aseguro que esta foto no ha sido tratada de ninguna forma, es así como se ve su cúpula al atardecer).

La religión Ortodoxa, como todos deben saber, surge de la división del imperio romano en oriente y occidente, en donde el poder de Roma, su iglesia y su Papa, dejan de ser respetados en el imperio oriental. Los ortodoxos tienen algunas curiosidades como: sus iglesias no tienen estatuas sino pinturas (para diferenciarlas de las divinidades olímpicas); al persignarse lo hacen de derecha a izquierda... ¡ah! y sus misas duran 3 horas.Luego del apurado paseo por Mykonos, con perdidas y todo, volvimos al crucero para comer y despertarnos al día siguiente en Rodas.

Ρóδος (Rodas):

Algunos pensarán que aquí íbamos a encontrarnos con el Coloso de Rodas, pero la gigantesca estatua (una de las 7 maravillas del mundo antiguo) hace unos años que no existe. De hecho estuvo en pié como 56 años, y derrumbada en el suelo otros 877 años. Aquí un dibujo de Martin van Heemskerck (quién dibujo las 7 maravillas, no muy fidedignamente pero es como han sido conocidas en la modernidad pagana).

Ahí nos enteramos que el Coloso no es como se describe: No tenía los pies separados ni estaba a la entrada del puerto. Por el contrario, se encontraba a pies juntos en la máxima altura de la isla, ya que era un faro. Era de hierro y tenía casi la altura de la Estatua de la Libertad, o sea, unos 32 mts, lo que para los años 200 AdC. era una maravilla.

El pobre Coloso, luego de yacer casi 900 años al caer durante un terremoto fue transformado en armas y monedas cuando llegaron los musulmanes, quienes se lo llevaron en 900 camellos a sus tierras.

Bueno, obviamente el Coloso estaba aquí porque Rodas, en la antigüedad, era "...puerto principal...". Ahora sus atractivos son sus playas, aunque nosotros por el poco tiempo sólo pudimos mojarnos las patitas en la del muelle, que dicen, no está muy limpia. A pesar de ello nuestro galán charrúa, para impresionar, chapoteó e hizo olitas en medio de los coliformes que lanzarían los cruceros.

Otro atractivo es su ciudad medieval, amurallada y con castillo (El Palacio Gran Maestre), que utilizaban los Caballeros de San Juan u Orden de Malta (un estado no territorial que participó de las cruzadas desde el s. XI)

Λίνδος (Lindos):

Por la tarde nos fuimos al otros extremo de la isla, al pueblo que se llama Lindos. Un nombre muy apropiado. Tiene unas vistas impresionantes, unas playas paradisiacas y, obviamente, su acrópolis con murallas.

Los "Lindos y Lindas", son muy tradicionales y, según cuenta la guía: el padre construye su casa con un piso por cada hija. Luego, cuando ésta se casa, el piso sirve de dote y permite mantener la unidad familiar, ya que el matrimonio se va a ese lugar (como deben templar en esas casitas).

Otra tradición es andar en burra, cosa que inmediatamente entusiasmó a nuestra "pasto seco", ya que, como ella dice, ya ha andado en caballo, camello y elefante y sólo le faltaba ¡¡el burro!!... hasta ahora.Abajo, una vista desde la cima de Lindo, desde su Acrópolis, donde al subir se van recorriendo una serie de tiendas en estrechas calles, obviamente, blancas.Al llegar a la cima, nuevamente nuestras chicas fueron acosadas por el galán charrúa, aunque, esta vez, al parecer había afinado la puntería: andaba con alpargatas y se sacaba la polera para mostrar sus desarrollados y caídos "pectorales" copa B.

Ojo con la laguna marítima que se ve a la derecha... eso es Lindo's.

Y, aprovechando tanto acoso, qué mejor que usufructuar de una foto... lo peor es cuando dijo ¡¡Miren el pajarillo!!. Que quieren que les digamos... lo de atrás no es un cuadro, es veldá... parte de la Acrópolis de Lindos... ¿Lindo no?

Πάτμος (Patmos):

Esta isla la visitamos como a las 7 am. (el itinerario lo diseñó: la "pasto seco").
Una de las principales gracias de Patmos es que aquí se escribió el Apocalipsiisss, Guájajajajaaaaá (léase en tono de Dr. Mortis, plis).
También se encuentra el Monasterio de San Juan, quien es, se supone, el autor del Apocalipsis (o revelaciones). Aunque no está claro si es el mismo evangelista o un miembro de la comunidad Juanina. O sea, hay dudas.
Para escribir el Apocalipsis, el famoso Juan debe haber estado bastante "tocadito": el pobre estaba exiliado en esta isla que no tiene agua propia aparte de la lluvia. Se iba con su "secretario" (lo que ya es sospechoso) a esta gruta donde tenía un hoyo donde poner la cabeza (que se ve dentro del enrejado al centro a la derecha); un escritorio donde está la manta burdeo con la cruz (a la derecha); y una manilla para pararse que se ve al final superior del enrejado... O sea, con razón escribió lo que escribió.
Incluso, las malas lenguas dicen que en el techo de la cueva hay tres grietas que, obviamente, son "claro" símbolo de la... ¡¡Santísima Trinidad!!, pues. La que habría inspirado o al menos supervisado las reveladoras escrituras.
Jevy la dura (realidad) de el Juan.
En esta cueva, nos acercamos un instante a una misa ortodoxa, con cura vestido ad-hoc, mucho incienso, su particular idioma, hombres y mujeres separados, ellas con sus cabezas cubiertas y... nosotros sin sacar nuestras cámaras.

Aquí, una foto del monasterio, en donde hay unos frescos que (casi) pintó San Juan, así como manuscritos (casi) originales del Apocalipsis.
Al regreso divisamos tres Alamos, clara referencia a la trinidad, más aun, cuando justamente eran tres los miembros femeninos del Coca's Group. O sea, la santísima estaba presente de todos modos... ¡¡Gracias virgencita!!

Al volver al Ruby, sólo quedaba esperar llegar a Kusadasi, territorio turco, para desembarcar y comenzar el segundo tercio de nuestra aventura.

La despedida fue rápida, sin mayores ceremonias, salvo la declaración rauda del Charrúa y el respectivo intercambio telefónico (ojo que el yate en punta del este sigue siendo tentador).

Nosotros, contagiados de tanto romanticismo, retratamos la vista desde la popa.

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