sábado, 3 de noviembre de 2007

GaLLinitA eN SaLAmAnCa

Claudia hizo un viaje relámpago a Madrid para buscar a Flaca y traerla a conocer cHaRriLanDiA. En la capital se juntaron con Karina, y a pesar que han pasado años sin verse, ambas siguen igual de estupendas que cuando RaYitRi acudía al hAnTa-Pub
Luego de un rápido desahogo de experiencias ibéricas acompañadas de un Vermouth, se separaron para que Karina volviera a la tierra de Gaudí, mientras Claudia y Flaca partieran a las tierras donde Franco aún es galardonado con un Honoris-Causa.
Repartiendo los sabrosos bombones de los Durán, nos enteramos que esta mujer llegaba agotada a Salamanca luego de deambular por diversos parajes de Europa. Llegaba con muchos sueños cumplidos y Salamanca era el mejor lugar para reponerse de tan larga travesía: inmediatamente enganchó con la siesta, incluso doblando la ración diaria. Sin embargo no le perdonaríamos perderse los tures de rigor: el diurno y el nocturno, ambos con catedral, rana y caña incluidos.Al poco tiempo de compartir con Flaca algunas conductas nos preocuparon: hablaba sola, se le caía la comida, hacía instalaciones en el baño e intentaba hablar con acento charro (...hazta loggo...). A parte del mundo "touristico" salmantino, también pudimos deambular por los bajos fondos de Charrilandia: las telefonistas eróticas de nuestra planta baja, los chinos, Nicasio (el casero) y el restorán mas picante de la ciudad, en donde Claudia sólo puede trabajar de reemplazante.Para concluir, salimos de noche, casi de madrugada, a vivir la marcha salmantina. A eso de las 4 am. nos rodeamos de teenager vomitones que repletan la zona de San Justo y... "a por ellos".
Bueno Flaca, los pocos días que compartimos han dejado una huella entre nosotros
(no te preocupes, no es que se te haya quedado algo).
Lo pasamos la raja y nos encanta acordarnos de los días en que estuviste por acá,
las piscolas, postres e historias que disfrutamos.
Esperamos que para tí también sea un bonito recuerdo.
Date una vuelta mental si lo necesitas,
de seguro nos cagamos de la risa.

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