La verdad es que estaba cagandome…
agotado con deshacer la casa y preparándonos para irnos a otro país, otro continente, otro hemisferio, otro…
Mis fantasías panicosas me atormentaban. Hubo gente cercana que con invisibles gestos me calmaba y, por sobre todo, el hombro y la “cucharita”, siempre efectiva de claudia.
Mis fantasías panicosas me atormentaban. Hubo gente cercana que con invisibles gestos me calmaba y, por sobre todo, el hombro y la “cucharita”, siempre efectiva de claudia.
Eternamente agradecido.
Los abrazos fueron nerviosos, raros. Me imaginaba algo mas ceremonioso para una despedida que se supone es larga. Al pasar policía, ya no estaba, el estomago se alivió y todo bien.
Los abrazos fueron nerviosos, raros. Me imaginaba algo mas ceremonioso para una despedida que se supone es larga. Al pasar policía, ya no estaba, el estomago se alivió y todo bien.
Felipe
Fue un período demasiado intenso, que no me dejó darme cuenta de lo que estaba pasando, creo que hasta ahora no me doy mucho cuenta, pero me imagino que con el tiempo me iré convenciendo donde estoy y reconociendo a ésta como mi nueva vida.
Sobre las despedidas, lo más impresionante fueron las muestras de cariño de todos los que nos rodean, amigos, familia, compañeros de trabajo, yo sentí que para todos éramos importantes y que todos nos entregaban energías positivas para enfrentar este desafío gigante en que nos hemos metido.
El aeropuerto fue raro, todo rápido, apurados, pendientes de las cosas que hay que hacer más que de decir y demostrar. Al final, unos abrazos apretados, muchos cuídense y escríbannos para sentirnos cerca.
Claudia
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