Ojo que Al-Andalus, es el nombre que los Moros le daban al territorio que actualmente conocemos como Andalucía y que ahora está incluida dentro de la reinvidicaciones de Al-qaeda. Así que, menos mal que fuimos pronto y no nos tocó ningún atentado.
Día 1: Salamanca-Cáceres-Sevilla: La otra España.
Partimos el Lunes 9, arrendando un económico y taquillero Citroen C2 y nuestra primera parada fue Cáceres: Patrimonio de la Humanidad, al igual que nuestros amigos Cáceres del Piano.
Ciudad Monumental de Cáceres
Cáceres nos soprendió, no esperábamos que el tiempo se hubiese detenido en el siglo XV. Es una pequeña ciudad, en la que el atractivo principal es el centro monumental: una ciudad amurallada que nos hizo sentirnos en la época de Los Borgia. Ahí nos empezamos a enterar que la estrechez de las calles no es impedimento para que los coños metan autos donde uno ni se imagina.
Después de almorzar, nos embarcamos hacia Sevilla. A pesar de las dificultades del tránsito, la mayor estrechez de las calles céntricas y el diseño "curvilíneo" de sus avenidas y pasajes, logramos ubicar nuestro Hostal "Naranjo", que se ganó rápidamente nuestra aprobación.
Luego, el paseo nocturno por la ciudad incluyó la abandonada ribera del Guadalquivir (Wadi-al-Kabir: río grande) y la Torre del Oro (en donde se descargaban las riquezas "robadas" desde las indias). La torre está en la orilla del río y es un ícono de la Ciudad, pero el resto de la ribera está a bastante mal traer, sino fuera por los modernos puentes. El asunto es que a pesar que el Guadalquivir es muy digno, grande y en su época navegable (era puerto de indias antes que se embancara), y que incluso puede competir con el Thames o el Senna y hasta con el Mapocho, no parece ser aprovechado, está como al margen de la ciudad "...le sacan poco partido...", diría un schileno.
En la orilla de ese río se instaló la Expo-Sevilla 92', por lo que con nuestros vívidos y patrióticos recuerdos del pabellón chileno y su iceberg, nos aprestamos "a por" su búsqueda. Mogollón de sopresa nos pegamos al percatarnos del total abandono de las instalaciones: como la FISA en su peor momento. Nos imaginamos que el iceberg se derritió entre las malezas y el alerce milenario de nuestros bosques está pudriéndose a las orillas del Guadalquivir (aunque aseguran que el dichoso iceberg fue devuelto a la antártida presionados por los ambientalistas).
Torre del Oro, Sevilla
Pasamos por la Plaza de España (construida para la expo-Sevilla de 1929) que de noche parecía bastante "guay" por sus azulejos, iluminación y grandeza, pero fue perdiendo gracia a medida que conocíamos más Sevilla. Una foto (día/noche) para que se sorprendan como nosotros...
Luego de perdernos durante casi una hora, encontramos la "loca" Catedral, la Giralda y el Alcázar. Está todo junto en el centro histórico de la ciudad pero lo que nos llamó la atención primero fue la locura de la Catedral. Supusimos que habían demorado años en construirla y de allí la mezcla extrema de estilos, pero luego nos enteramos que fue hecha así a propósito: "...hagamos una catedral que nos tengan por locos..." se propusieron en 1401....., y lo lograron.
Catedral "loca" de Sevilla y la Giralda, vista desde el Alcázar. OJO que dentro está la tumba de Cristoforo Colombo.
Es el momento de señalar que Sevilla tiene fama, onda y estilo de vida bohemio y acogedor: la gente es alegre, amable (¡¡no como en Castilla!!), guena pa´l gueveo y, mucho de eso, puede tener que ver con su emplazamiento urbano. La estrechez de las calles hace que uno se sienta en el patio de su casa y se comporte como si estuviera en la intimidad de su hogar, y además, al ser tan pero tan estrechas, parece que estuvieran listas para sacar el equipo y armar la mega fiesta en el barrio. De hecho, a cualquier pequeño ensanchamiento de la calle le llaman plaza, aunque carezca de árboles, bancas o cualquier elemento que caracterice a una plaza en Chile.
Así, la buena onda se siente permanentemente.... ¡¡si hasta las calles te agarran pa´l gueveo!!, cuando caminas y vuelves al punto de partida, o cuando en un pequeño callejón aparece un auto o una moto que te toca la bocina para pasar.... ¡¡¡¡Es toda una aventura caminar por esta ciudad!!!!
Día 2: Sevilla: El Alcázar, la moza de Sta. Cruz y la caminata eterna.
En fin, La Giralda es lo que queda de la antigua mezquita (que fue destruida para construir la loca Catedral en su lugar). Es una torre de 70 metros con elementos moros y cristianos y desde su plataforma se aprecian bonitas vistas de la ciudad.
Tanto paseo nos dió hambre y SED, por lo que teníamos una buena razón para ir al Barrio de Santa Cruz "...a typical neighborhoor..." de la clásica Sevilla: calles estrechas con destino incierto, casas andaluzas, balcones andaluces y mucho andaluz dando vuelta entre turistas armados de cámaras.
Ahí nos dispusimos a almorzar, para los cual, como ven en la foto, nos sentamos en la "Plaza".
En ese lugar disfrutamos de una degustación de comida típica, con una simpática y muy sevillana camarena. Incluso, al consultarle rigurosamente sobre el contenido de las tapas y raciones que ofrecía en el menú, nos dijo graciosamente: "...parecen gringos...", o sea "...parecen gueones con tanta weá que preguntan..." y a nosotros nos resultó de lo más amable. Incluso fue gracioso cuando nos echó porque tenía que irse al médico "...por nada serio, pero mucha molestia...", comentó frente a nuestra preocupación.
Después de eso, no sabemos si fue el efecto de las cañitas o mera estupidez pero divagamos un buen rato por Sevilla: caminamos de un extremo a otro, visitando iglesias, parques y plazas sin mayor interés, sólo por "...aprovechar todo al máximo...". Finalmente, extenuados y con la planta de los pies palpitando, Juan Cristóbal sugirió, tímido, conocer el TranSevilla....¡¡¡¡gracias a Dios!!!!.
En ese medio logramos volver a nuestro hostal y prepararnos para ver el partido Valencia-Chelsea. Como cualquier sevillano, nos instalamos en un bar de tapas y mientras disfrutábamos del cotejo, pudimos probar los altramuces: una legumbre para picar como el maní. Además, el partido nos permitió darnos cuenta que no sólo a los chilenos les meten goles en el último minuto y los dejan eliminados.....pasa hasta en las mejores familias.
Después de eso, nos perdimos un rato buscando comida, caminado lo que nos quedaba de cuota diaria y a dormir... ¡¡¡al fin!!!.
Día 3: Sevilla-Cádiz-Tarifa-Gibraltar-Marbella: El mar, la costa del sol y "...esto no sirve aquí..."
Este día nos enfrentamos a un largo camino que nos llevó a conocer el atlántico y el mediterráneo. Partimos temprano desde Sevilla, no sin antes perdernos un rato, pero llegamos a Cádiz a almorzar. Esta ciudad está rodeada por el mar desde 3 de sus costados y está unida al continente por una delgada lengua de tierra (¡¡es un Istmo!!) por lo que la gracia de visitarla estaba en poder conocer la ciudad más marinera de España....
Luego de un almuerzo inolvidable (con un crustáceo llamado Choco), seguimos hasta Tarifa, ciudad pequeña, separada de África sólo por 13 kilómetros de mar y desde donde salen transbordadores hasta ese continente.....La cercanía se hace evidente, cuando vemos que los carteles de las calles estás escritos en árabe, y que a pesar de la neblina, podemos ver unas casitas de África/Marroquí en el horizonte.
Otra imagen a destacar, es la de los molinos de viento, postmodernos eso si. Es decir, de esos que producen energía eólica y no muelen trigo, como los del kijote. Entre Tarifa y Gibraltar existen sembradíos de molinos de viento: es una zona tan expuesta al océano atlántico y el mar mediterráneo que recibe copiosos vientos en todas direcciones.
Gibraltar siempre ha sido una zona estratégica, llave del mediterráneo. Por lo tanto, es obvio que los aprovechadores ingleses la hayan tomado como posesión. Así, es territorio inglés: es una frontera, con aduana y todo.
Ansiábamos subir en su teleférico y alimentar a sus típicos monos, tomarnos una cañitas en un pub inglés o manejar por la izquierda un rato. Pero los ingleses son cuáticos: sin pasaporte (nuestro NIE que nos costó 3 meses obtener ¡¡de nada sirve!!), un carnet de identidad chileno ("...esto no sirve aquí...") y amenazas terroristas: NO ADMITTED. En fin, mejor sacarse una foto desde lejos, total, ya todo estaba cerrando (dijo el picao).
Peñón de Gibraltar (cualquier semejanza con el morro de Arica it's mere coincidence)
Despreocupados de nuestro percance en Gibraltar partimos raudos hacia la crema de la costa del sol: Marbella. Ataviados de nuestras tenidas Versace tipo marinerito afeminado, nos adentramos en uno de lus lugares mas cuicos de España.
Puerto Banús, Marbella
Nos habíamos quedado de juntar con Britney y Paris en el hostal, pero parece que la Britney se había ido en volá y, curá, sacó el yate pá irse a Gibraltar...mmm... siempre la Britney hace lo mismo y la Paris no le dice ná.
Al final, recorrimos la ciudad (parece que es obligación tener las casas perfectamente pintaditas), nos tentamos con unas tapas gourmet (gastamos en cinco minutos lo mismo que en un día entero de viaje), pero fuimos felices, sofisticados y all fashion ¡¡que se pudran la Britney y la Paris!!
Día 4: Marbella-Granada: Retroceder Nunca... (ni 7 kilómetros), teterías, el llorón y el nochero.
Granada, en principio, nos resultó extraña, al parecer tiene una serie de ciudades satélites que la hacen ver muy grande y que uno se pierda. El asunto es que, sin saber cómo, pasando túneles y camino a la Sierra Nevada, llegamos al hostal que quedaba a siete pasos de la Alhambra.
Ahí, la suerte nos sonrió: encontramos estacionamiento a metros del Hostal (doña Lupe) y a pasos de la Alhambra, algo nos decía que esto sería especial: a cada instante la Alhambra nos comenzaba a seducir, se mostraba de lejos, se movía de noche y se hacía de rogar.
Esa tarde y, luego de un Kebab (típico sánguche árabe), la vimos desde sus pies.
Luego, nuestra recepcionista nos aconsejó ir la calle árabe de caldererías donde había tiendas y teterías, allí parece que existe una brecha en el tiempo y en el espacio que nos teletransportó a Marraquech o cualquier calle típicamente árabe.
Con el estómago algo lleno y superada la impresión del viaje en el tiempo y el espacio nos fuimos a un mirador del cerro Albayzín, desde donde observamos la puesta de sol y la iluminación de la Alhambra, mientras un pobre yonki neoprenero lloraba, quizás por qué.
Luego nos fuimos a dormir, ya que al día siguiente teníamos que levantarnos temprano para entrar a la famosa Alhambra.
Día 5: Granada: الحمراء, La guitarra y el error de Carlitos
Bueno, como nuestro hostal estaba tan cerca, decidimos levantarnos cerca de la hora de apertura de la Alhambra para comprar las entradas y poder recorrerla....La verdad es que la estrategia fue bastante ilusa, porque cuando llegamos había unas mil personas en la fila antes que nosotros. Así, luego de 3 horas de espera y de echar de la fila a un granadino por colao, conseguimos entradas pero para la tarde....Tendríamos que seguir esperando para poder conocer una de las maravillas del mundo.
Pero no fue tan terrible. Aprovechamos el resto de la mañana para recorrer el centro y cumplir uno de los objetivos más importantes de la visita a Andalucía: Comprar una guitarra española
Guitarrería del Luthier Germán Pérez, Granada. Cuna de "la Pérez": la nueva guitarra
Cumplida la misión y con la tripa llena de Kebab nos aprestamos a ingresar a la Alhambra.
الحمراء = La Alhambra = La roja
La Alhambra, en sus inicios era una fortaleza militar y sólo cuando cayó el Reino Moro de Córdoba comienza su esplendor, fundándose el reino Nazarí en 1238. Los reyes Nazaríes eran parte de una monarquía decadente que gustaban de rodearse del mayor lujo, no para pasar a la posteridad, sólo para gozar el presente. Por eso los decorados esconden una arquitectura y construcción muy básica y pobre.
La Alhambra contiene cuatro edificaciones: Los Palacios Nazaríes, el mayor atractivo y donde vivía el Sultán y su familia; La Alcazaba, antigua fortaleza militar que rodea la Alhambra; El Generalife, residencia veraniega de los soberanos, algo más modesta supuestamente; y la estupidez de carlitos (Palacio de Carlos V).
Patio de los Arrayanes, Palacios Nazaríes, La Alhambra, Granada
Los Palacios Nazaríes impresionan, todas sus murallas y techos están cubiertos por una yesería tallada con una precisión y simetría inexplicable y podría impactar más si aún tuvieran sus colores originales, pero al parecer el tiempo los ha desteñido. Aparte de eso, los Árabes gustan de usar azulejos en paredes y pisos, les encantan las fuentes y sus característicos arcos.
Uno de los sectores de los palacios es el Patio de los Arrayanes donde se puede ver cómo utilizaban el agua como espejo para romper las líneas rectas del patio ampliando el espacio al reflejar la Torre de Comares.
Patio de los Leones, Palacios Nazaríes, La Alhambra, Granada
Otro sector es el Patio de los Leones que simboliza la idea árabe del paraíso. En él convergen las alcobas del rey y sus esposas. El agua también está presente y sale desde las piezas, por canaletas hasta la fuente central de los Leones (que estaba en restauración).
En estas fotos se ven más detalles de la yesería y los arcos, y eso que no aparecen los techos y sus mocárabes. Abajo aparece el mismo Patio de los Arrayanes desde la vista contraria.
Patio de los Arrayanes, Palacios Nazaríes, La Alhambra, Granada, España
Saliendo de los Palacios Nazaríes disfrutamos un paseo por sus jardines con vistas de la ciudad, de sus estanques y fuentes.
Los Nazaríes también tenían sus jardincillos y un castillo de verano llamado Generalife. Allí también incluían el agua, esta vez con "surtidores" que funcionan desde la Edad media. Al parecer los Nazaríes se las arreglaban bastante bien con "la calor" que ataca Granada durante el verano
El Generalife, era el lugar de relajo de los Sultanes, quedaba algo alejado del Palacio y tenía unos humildes jardincillos. De tanto relajo, al Sultán se le pasaba que su esposa disfrutaba en demasía con un Abencerraje con el que solía compartir sudorosas tardes. A pesar de todo el poder del Sultán igual le ponían los cuernos tupido y parejo. Sobre el resto de la Alhambra, la verdad es que queda opacado por los Palacios Nazaríes y el Generalife, aunque las vistas a Granada y sus cerros son inigualables. Aquí algunas fotos, en donde se incluye un techo mocárabe ¡¡descúbrelo!!Finalmente no podemos dejar de maldecir al desubicado y descriteriado de Carlos V o I, según corresponda, que tuvo la ocurrencia de derribar una parte de los Palacios Nazaríes para hacerse un palacete redondeado y de pésimo gusto. Carlitos, al parecer tenía la mente en otras cosa y ¡¡Puta que la cagó carlitos!!!. Por ello, y en castigo por tamaña idiotez, no merece foto ni mayor mención.
Día 6: Granada- Córdoba: La Mezquita/Catedral
Dejamos el hostal temprano y partimos a Córdoba. No teníamos muchos antecedentes de esta ciudad. En la guía Michelin aparece con ***, pero como ya habíamos visto la Alhambra, nos daba la idea de que no nos impresionaría mucho....Obvio que nos equivocamos porque aquí encontramos uno de los lugares más sorprendentes de los que hemos visitado. Una Mezquita/Catedral, así, todo junto, no una al lado de la otra, sino una dentro de la otra...
Aparte, Córdoba tiene una mezcla más grande aún, a sólo pasos de la mezquita/catedral hay una antigua Sinagoga, o sea, si le agregamos unas cuantas religiones orientales, en Córdoba convivirían todos los credos...¿Será posible?
Es increíble que en esa época ya usaban el ladrillo como lo conocemos nosotros y en este caso en los arcos, lo que les daba ese juego de colores rojizo y blancoLamentablemente el Obispo de Córdoba se atribuye la mayor importancia en la Catedral porque allí dicta su Cátedra sobre cómo ser cristiano. Parece que el curita ese no se da cuenta de lo valioso de la convivencia de dos culturas y credos, por ejemplo, a nosotros más nos impactó ver un Cristo crucificado rodeado de arcos árabes con un mihrab al costado.
Día 7: Bernabeu, Getafe v/s Villarreal, Ávila y Salamanca: El saludo de mati.
Para informarse de todos los pormenores deportivos, diríjanse a "La Página de Vieka" que sigue a continuación.
Aparte de lo anterior, decidimos suspender nuestra visita a Daganzo de Arriba en Madrid para apurar nuestra llegada a Salamanca y poder descansar. Antes de eso aprovechamos nuestra pasada por Ávila: la ciudad rodeada por una muralla
Justamente, el mayor atractivo de Ávila es la muralla que rodea la ciudad y, bueno, sus yemas: unos dulces que dicen que hacen las monjas.
EPÍLOGO:
Agradecidos de la vida y el destino que hemos construido, este viaje nos mostró otra España: la españa amable, acojedora, alegre y diversa. Mágicamente nos hemos re-encantado con esta residencia putativa.
Las esquinas cruzadas, los caminos sin-sentido, las cañas bebidas y los Kebab comidos no hubiesen sido los mismos si no hubiésemos contado con la compañía del hermano-cuñado. Como dijo el poeta "...adorable puente, se ha formado entre los (tres)...". (G. Cerati)
Una sonrisa se dibujará en nuestros corazones cuando recordemos tus habituales rezos hacia la Meca antes de cada foto.
No lo dijimos pero... ¿Cuánto tiempo pasará para volver a compartir una nueva cañita?
Como ven, la Agencia Salmantinos la lleva con Tino
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