Todo comenzó una soleada tarde, donde, luego de comprar los boletos de tribuna (Fila 003, es decir, a tres filas de la (inexistente) reja) para el cotejo Getafe/Villarreal, tomamos el metro para visitar el glorioso estadio Santiago Bernabeu.
Qué se puede decir. El Bernabeu es im-pre-sio-nan-te...
Algunos datos: su nombre es honor a un jugador, D.T. y dirigente que fundó el club, algo así como David Arellano en el Colo. El "Madrid" se fundó en 1902 y el Bernabeu se inauguró en 1947 con el nombre de Nuevo Chamartín. El estadio tiene una capacidad de 75.328 personas, aunque en algún momento llegó a los 120.000 porque permitía público de pie. Ahora todo el público está sentado y tiene una tribuna con una inclinación de 87% (o sea bien pará).
Lo primero fue subir hasta el palco, desde donde se tiene una vista de lo alto del estadio... poco a poco nos íbamos aproximando al terreno de tan famosas batallas.
Luego bajamos a la tribuna, donde solía sentarse la señora Alicia (pasada a cazuela) o la modelo de turno de Iván.
De ahí pasamos por una serie de pasillos llenos de trofeos, fotos, tenidas deportivas y videos, entre los cuales no podía faltar nuestro Iván Luis abrazando a Amavisca. Ese espíritu glorioso nos iba contagiando a medida que nos aproximábamos a la cancha.
Ya estábamos en la puerta del túnel, el estadio gritaba salvajemente -"...A por elloos, oeeeé...."- mientras nosotros gritamos nuestra propia arenga...
¡¡¡...Vamo a ganar conchetumareee...!!!
Qué mejor que ir al corner y simular un centro a Bam-Bam o a Van Nistelrooy.
Como el profe quería darle tiraje a la chimenea, salí al segundo tiempo y me quedé elongando en la banca, mientras la Claudia me acompañaba en los asientos calefaccionados.
Como buen equipo profesional tuve que pasar por la sala de prensa a dar mi parecer sobre el triunfo. Lamanetablemente justo me fotografiaron mientras escarbaba en mi naríz (taban re fomes las preguntas)... pero bueno, son los gajes del oficio.
El tiempo apremiaba y corrimos para volver a Getafe y ver como calentaba el Villarreal. Al rato la foto oficial y nosotros casi tocando a Matías.
Incluso, cuando se aprestaba a quitarse la indumentaria de calentamiento pasó al frente y le gritamos "...vamos Matías wuón...", a lo que alzó la mirada buscando quién emitía tan familiar palabra, al ubicarnos nos sonrió.
No entraré en pormenores del partido ni el desempeño del equipo, sólo puedo precisar que vendían cerveza sin alcohol, que hasta pudimos oler a los jugadores y que el Matí nos regaló su camiseta, pero la donamos a una institución de beneficencia.
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