Solíamos no tener mucha consciencia de ser Latinoamericanos, incluso intentábamos diferenciarnos del cholo peruano o del negro colombiano, siendo chilenos. Cuando nos vinimos, nos despedimos de nuestro país, de nuestra cordillera, y nos trajimos nuestra bandera para recordar desde dónde salimos.
Llegando acá, Chile no existe, tampoco se diferencia a un mexicano de un argentino... Latinoamérica es una masa amorfa, indiferenciada y pobre...
Fuimos clasificados como Latinoamericanos.
Nuestra conciencia de Chilenos dejó de servirnos como identidad. Acá, ser chileno no significa.
Al principio fue raro, es como mirarse al espejo y verse como nunca antes nos habíamos visto. Pero nuestras redes sociales comenzaron a latinoamericanizarce, parece que algo tenemos en común.
(la sangre tira).
Ahora, orgullosos, resaltamos lo bueno de Latinoamérica: García Márquez, Pelé y Neruda son latinoamericanos, y nosotros... ¡¡también!!
Latinoamérica es Grande...
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