Así se llama el Año Nuevo... ahora invitamos nosotros a Hugo, Silvana y Nico... tomamos cava, quesos y unos raviolis con salsa blanca... A las 12:00 los abrazos viendo la puerta del Sol por la tele, mientras afuera retumbaba uno que otro petardo.
Cuando los amigos se fueron, salimos a pasear.
La gente se arregla muuuucho, hombres de traje y corbata y mujeres más producidas que pà matrimonio (y bien despechugadas a pesar que los termómetros marcaban sólo un par de grados), y en la Plaza Mayor estaba la onda, aunque ya sólo quedaban botellas y ebrios.
Bueno al otro día había que trabajar así que nos encerramos en nuestra cueva temprano.
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